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El arrecife ahí abajo

Wayne Lynch  /  Sep 07, 2017  /  7 Min Read  /  Surfing

While exploring the reef, Belinda Baggs and Kimi Werner were surprised by the sudden appearance of a young humpback whale. Photo: Jarrah Lynch

¿Sabes? Es raro que cuando niño uno crece en Australia y ve todas esas fotos de la Gran Barrera de Coral, escucha de todo sobre ella y cree que entiende algo o tiene conocimiento sobre ese arrecife. Pero hasta que no vas de verdad y lo vez tú mismo, no puedes preciar realmente cuán enorme es, su alcance y su complejidad y la vitalidad de la fauna marina ahí afuera. Incluso para alguien como yo que ha pasado buena parte de su vida en el océano, me tomó completamente por sorpresa. Fue una de esas experiencias que, personalmente, nunca olvidaré. Y uno no tiene muchas de esas en la vida. Para mí fue un momento decisivo en la forma en la que veo a mi propio país.

La Gran Barrera de Coral tiene cerca de 4.000 kilómetros de longitud, el ser vivo más grande de la Tierra. La había sobrepasado anteriormente, adentrándome en el Pacífico, pero nunca me había detenido y pasado tiempo en ella. Cuánto me arrepiento ahora.

El arrecife ahí abajo

“Hasta que no vayas allí y veas la Gran Barrera de Coral por ti mismo”, escribe Wayne Lynch, “no vas a apreciar realmente cuán enorme es, su alcance, su complejidad y la vitalidad de la fauna marina ahí afuera”. Foto: Jarrah Lynch

Pasamos dos semanas navegando y buceando en la barrera el pasado agosto, observando las condiciones del arrecife. La vida marina me tomó por sorpresa. A veces era demasiado. Es como zambullirse en un jardín botánico y estar ahí, solo flotando mientras experimentas una total sobrecarga sensorial. Con el arrecife y el coral hay tanta diversidad, tantas formas y colores. Caí en cuenta de la complejidad e interconectividad de la vida marina a medida que veía más de ella. El arrecife comenzó a hacerme más sentido. Hay ciertos peces que acaparan tu atención. Me encantaron los peces payaso, con ese carácter y color que solo evocan afecto por ellos. Pero hay de todo, desde ballenas a tiburones a manta rayas a delfines, todos los grandotes, pero también toda la gama hacia abajo, hasta los más pequeños peces y animales.

Exploramos algunas de las islas ahí afuera y eran maravillosas. En todas las islas  Whitsunday se siente como si estuvieras en otra parte. Son tan exuberantes que no se siente como Australia. Desde la perspectiva de la navegación es fantástico, especialmente en el arrecife mismo porque encuentras este hermoso océano, relativamente plano, con vientos limpios y sin turbulencias. Es como navegar sobre seda.

El arrecife ahí abajo

Emma Sant practica kiteboard sobre las arenas blancas de la isla Whitsunday, justo al oeste de la Gran Barrera de Coral. Foto: Jarrah Lynch

De todos modos, en el transcurso de esas dos semanas y cientos de kilómetros navegados, era obvio que el arrecife estaba en estados variables de salud y degradación. Buceamos en áreas donde estaba completamente muerto, sin nada más que escombros blancos desprovistos por completo de peces. Eso fue bastante impactante y deprimente. Pero al movernos más al norte sí encontramos algunas áreas prístinas, abundantes en magníficas y complejas estructuras de arrecife y vasta presencia de vida acuática.

No había duda en mi mente de que el arrecife está, de hecho, bajo seria amenaza por el calentamiento global, escurrimiento de sedimentos y tormentas tropicales avivadas por el cambio climático. Desde que regresé he leído extensamente. Quería saber los hechos de los estudios científicos que se están llevando a cabo respecto al estado y el futuro del arrecife.

Por un lado fue un viaje increíblemente inspirador. Por otro, tan solo la falta de entendimiento en nuestro país de lo que está sucediendo allá fue una real preocupación. Todas esas decisiones sobre el arrecife están siendo tomadas muy lejos por personas que nunca lo han visto de esta forma. No hay palabras que puedan traducir la experiencia de verlo en persona, así que todo lo que podía hacer para contribuir desde mi pequeña existencia era llamar la atención de la gente sobre aquello que podemos perder.

El arrecife ahí abajo

La buzo de apnea Kimi Werner examina la salud a pequeña escala de la mayor estructura viva del planeta. Los impactos del cambio climático ponen en duda la supervivencia del arrecife, e incrementalmente, galvanizan la oposición al proyecto de la mina de carbón Carmichael. Foto: Jarrah Lynch

Creo que el panorama no es bueno, dadas las actitudes y tendencias tanto sobre el cambio climático como en las actitudes que prevalecen en Queensland y el gobierno federal aquí en Australia. A mi parecer, dejar que el arrecife muera por falta de acción sería un acto de total irresponsabilidad y corrupción moral, ya sea por desinterés, incompetencia política o la avaricia del interés propio.

¿Cómo podemos permitir que esté amenazado por algo tan obviamente peligroso como la mina de carbón Carmichael? Propuesta por la gigante india Adani y adyacente al arrecife en la cuenca Galilee en el centro de Queensland, será la mina de carbón más grande en Australia y una de las más grandes del mundo. Es la primera de una serie de minas de carbón propuestas para el lugar, que cubrirán una superficie cinco veces más grande que el área del Puerto de Sydney. Todo ese carbón será despachado desde el terminal de Point Abbott directamente a través de la Gran Barrera de Coral para ser quemado.

Los beneficios de la mina Carmichael para el país son baladíes. Adani ha exagerado el número potencial de trabajos que la mina creará. Como mucho, la cifra es de 1.500 empleos si la mina alcanza su capacidad máxima en 60 años. Mientras tanto, muchas de las ganancias generadas por esta mina dejarán el país en dirección a paraísos fiscales. Además, Adani ha estado bajo serias investigaciones criminales en India, su país de origen, por corrupción e incumplimiento de normativas ambientales. En contraparte, el turismo en el arrecife actualmente genera seis billones de dólares anualmente y entrega empleo a cerca de 70.000 personas. Por el bien de lo que siento es políticamente conveniente, no es necesario minar allá arriba. Hay otras formas de crear trabajos en Queensland.

El arrecife ahí abajo

Belinda Baggs observa de cerca solo con máscara, snorkel y aletas. La asombrosa biodiversidad del arrecife se está degradando rápidamente, con un severo blanqueamiento de los corales debido a la presión del calor que impactó grandes áreas del arrecife en 2016 y 2017. Foto: Jarrah Lynch

Igual de importante para mí, es el hecho de que para hacer posible todo esto le van a quitar la tierra para la mina a los pueblos aborígenes Wangan & Jagalingou. Estamos en el 2018 y aún funcionamos con una mentalidad colonialista. Esa tierra es de ellos, se les devolvió a través de leyes australianas, ¿y ahora se las van a arrebatar para convertirlas en un gran hoyo en la tierra? Para mí esto se siente como un robo. Está mal a todo nivel, y no veo cómo podemos esperar tener una sociedad justa cuando seguimos haciéndole esto a los pueblos aborígenes.

Agricultores, científicos y los dueños tradicionales concuerdan en que la mina será una catástrofe ambiental y social si se le permite proceder. Los australianos merecen saber la verdad. Para mí esto no es solo política y una batalla de ideologías, es mucho más profundo. Cuando detuvieron la construcción de la represa en el río Franklin, en Tasmania durante los 80, se vio como un gran triunfo, pero con el tiempo nos hemos podido dar cuenta de cuán grande fue en realidad ese triunfo. La gente mira atrás y agradece su buena suerte por la detención de esa represa y porque el río corre libre hoy en día. Fue un enorme triunfo ambiental, pero fue algo más que eso. Ese río también sobrevivió espiritualmente en las personas que se levantaron y ayudaron a salvarlo. Salvar el río Franklin creo una convicción de que otros tesoros naturales podrían salvarse.

El arrecife ahí abajo

Liderada por activistas locales, el trabajo por proteger la Gran Barrera de Coral está en marcha y con buen ritmo. Airlie Beach, Australia. Foto: Jarrah Lynch

La Gran Barrera de Coral podría ser incluso más importante. La victoria del Franklin cayó en el lado correcto de la historia, y no queremos ser la generación que podría haber salvado el arrecife pero no lo hizo.

Invito a cualquiera que esté leyendo esto a investigar los hechos por sí mismo. Puedes hacerlo online con la Sociedad de Conservación Marina Australiana, Justicia Ambiental Australia y viendo el episodio, objetivo y profundamente investigado, de Four Corners titulado “Excavando En Adani”.

Lucha por el Arrecife

La Gran Barrera de Coral de Australia está en crisis. Cerca de la mitad de los corales han muerto en los últimos dos años debido a la presión del calor causada por el calentamiento global. ¡Pídele al Primer Ministro de Australia, Malcolm Turnbull, que proteja nuestra Gran Barrera de Coral y detenga la gigante mina de carbón de Adani!

FIRMA LA PETICIÓN EN PATAGONIA AUSTRALIA
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